martes, 13 de febrero de 2007

Big hermano

A que sin duda nos hemos preguntado mientras estamos frente al televisor, ¿por que estoy mirando yo esto?.
Sin dudas que a todos nos ha pasado, ahora, creo que este cuestionamiento se hace mas evidente con un programa
como "Gran hermano". Seguro que por la cabeza de muchos seres pensantes, mucha gente inteligente que se siente plenamente consciente que al ver a un grupo de jovenes ducharse y compartir otro tipo de cuestiones trascendentales se da cuenta que no le esta aportando nada, pero ahi esta, frente a la tv sintiendose embriagada y atraída hasta el punto de sorprenderse de nuevo ahi al comienzo de un nuevo capítulo.
Cada uno tiene su teoría sobre el asunto y yo la mia claro... para mi es sencillo y como la teoría de Freud que trata de explicar todo en base al sexo, yo me baso en un sentimiento aún mas profundo y capaz de inhibir hasta el impulso sexual, se trata sencillamente del miedo.
Si, aquel miedo que nos deja paralizados, aquel que nos puede convertir en el mas cobarde o en el mayor de los valientes, este impulso básico, tal vez el primero que hayamos experimentado, el que sentimos cuando abandonamos el confortable y seguro útero para encontrarnos en un mundo hostíl y desconocido, el cual en cierta medida aún seguimos enfrentando.
Y claro que vivir da miedo, enfrentarse a la vida sabiendo que hay un universo que desconocemos, eso da miedo...el miedo al fracaso, a no ser aceptados, el miedo a la muerte...
Y que mejor excusa para observar el comportamiento humano que la que nos da el hacerlo desde la "seguridad" de nuestro hogar, sabiendonos participes anónimos de los miedos de los demás, teniendo a seres similares a nosotros expuestos a las miradas, a los juicios, al estress, al miedo al fracaso... y nosotros ahi, juzgando desde la cómoda posición de aquel que todo lo ve pero que permanece oculto, sin dudas que ello tiene un exquisito encanto que a veces es dificil de entender...

viernes, 9 de febrero de 2007

Sábanas de siesta

El había abierto los ojos pesadamente, salia aletargado de los confines de Morfeo y las sábanas blancas aún sobre la cama se adivinaban en una suerte de imagen subrealista. La escasa luz del cuarto, que se colaba por los postigones de madera pintados de verde imprimía matices eróticos a su cuerpo sobre la cama, vagamente cubierto que se adivina desnudo hasta para los ojos del mas distraído. Su flaqueza contrasta con unos bíceps marcados por árduas jornadas de labor y de las otras, mucho mas gratificantes sobre el cuerpo voluptuoso de su amante.
Pero esta vez, como tantas, esta ahi solo, el destino le ha negado ya por algunas semanas ese disfrute, ella se a mostrado temerosa a escapar de la mirada sagaz de su marido para refugiarse en la tibieza clara de sus ojos .
Y eso se adivina, como dije antes, hasta para los ojos del mas distraído... su miembro marca bajo las sábanas todo el poder que encierra entre su carne tibia, resalta y se demuestra imponente y desafiante, contrastando con la quieta imagen de su despertar dulce y aletargado.
Se queda ahi en la cama, observando el juego de los rayos de sol que como gotas salpican la pared blanca.
El silencio de aquellas tardes de verano, tardes de siestas impuestas donde, afuera el sol calcinante hace imposible actividad alguna... y el silencio timidamente rasgado por los murmullos de sus nuevos vecinos, una parejita joven con todos los brios de la juventud y todo el tiempo del mundo para vivir la vida.
Lentamente, casi sin quererlo comienza a prestar atención a esos susurros, que atraviesan la modesta
pared de ticholos, muy comunes en viviendas de bajos recursos y que hacen la delicia de aquellas comadres mas interesadas en vidas ajenas que en la propia.
Al principio todo resuena en su cabeza sin sentido, pero de a poco va captando el ambiente y los susurros ya se transforman en palabras con sentido y al final lo comprende todo, ya su cabeza no puede mas que seguir escuchando el exquisito canto de los amantes.
Sus ojos clavados en el techo dibujan imagenes de lo que sus oídos atrapan, las risas, el murmullo cómplice son un sano deleite para su líbido y siente como lo embriaga el placer y asi es consciente de su sexo.
Pero lo mas exquisito son las palabras, que como gemas raras solo se dejan oir de cuando en cuando, como raros tesoros, dulce premio a los esfuerzos de su mente por evocar lo que sucede al otro lado.
Pero ya los susurros son mas escasos, y los amantes dedicados al juego completamente han olvidado al mundo exterior y sus reglas y ya nada mas existe para ellos dos. Risas, palabras, y gemidos completan un cuadro por demás delicioso capaces de despertar en cualquiera el apetito carnal... y no es él la exepción a la regla, ya su mano ha dado cuenta de su miembro, de su elasticidad y su firmeza, de sus ganas de ser acariciado en un lento juego perverso con inequivoco final. Bajo la tenue luz, los lentos movimientos de su mano oculta bajo las sábanas y lo prominente de su falo elevandolas mas de veinte centímetros sobre su cuerpo resultan del todo irresistible.
El los espera pacientemente, solo acelera su ritmo para adecuarlo a las veloces estocadas de los amantes que hacen crujir una desvencijada cama. Cuando de la boca de ella empiezan a brotar un torrente de palabras eróticas, él no puede dejar de hacerse a la idea de que son para él, que ella esta ahi para estimularlo en su masturbación, para que acaben juntos bajo las sábanas blancas de su cama.
Los últimos gemidos de ella y el sonido de la garganta de su pareja cuando alcanza el climax hacen que su cuerpo se arquee, se retuerza un poco como si estuviese bajo los efectos de una droga.. pero la mano no cesa en el movimiento cadencioso y junto a un gemido las blancas sábanas de su cama comienzan a mancharse, extendiendose una aureola de humedad alrrededor de su falo que se tensa aun más en el orgasmo.
Y yase ahi, tirado sobre su cama tan agotado que necesitara de otra siesta para recuperar las energías que gastó en ese juego perverso... así se vuelve a dormir, plácido cuando aún el sol salpica con su luz la pared blanca.

sábado, 3 de febrero de 2007

De cabeza.

Hoy no tengo ganas de escribir nada,
ni nada no quiero hacer nada,
hasta me cansa el no hacer nada,
estar acá pero con la cabeza en la nada,
en silencio, lleno de nada,
no escucho absolutamente nada,
ni el murmullo viene a alterar esta nada,
y nado en este océano lleno de nada,
pero sin moverme para nada,
mi cabeza tambien nada...
Nada hacia tu recuerdo,
nada me impedirá llegar a ti,
nada llevo conmigo,
nada necesito,
nada...

viernes, 2 de febrero de 2007

Un trio especial

Me encontraba de nuevo en tu casa.. esa que por semanas habia estado visitando para terminar indefectible sobre tu cama dando rienda suelta a la aventura de descubrirte, de incontables tardes de gemidos y galopes freneticos como si no nos importase que al otro lado de la ventana la vida se deslizase con su habitual monotonía, nosotros estabamos en la nuestra, nuestra reunión de a dos que siempre terminaba en un coro de gemidos quizas demasiado estridentes para esas horas.
Pero esta vez, algo habia cambiado, aunque ahi estaban tanto tu amplia sonrisa como ese vestido rosa que ya tan habilmente he aprendido a quitarte, en la mesa las mismas copas de vino con las que acostumbras a agasajarme, esas que nunca terminamos... pero esta vez hay algo distinto, ahora son tres las copas servidas que descansan sobre la mesa ratona de madera oscura. Asi fue que conoci a D. despues de muchas visitas concedidas solo por su ausencia, él estaba ahi, sonriente tambien, quien sabe que cosas le pasarían por la cabeza en esos momentos, seguramente se habria formado una idea de mi tal vez demasiado distinta a como me veia en persona, tal vez no... seguramente esas historias que le contabas acerca de mi es los momentos mas íntimos, erizandolo con tus susurrantes palabras al oido, exitándolo con nuestras proezas. D. disfrutaba en la misma cama del buen sexo y las historias que C. le contaba.
Sin duda D. batallaba contra muchas cosas en su fuero interno, pero al estrecharnos la mano despedia una paz realmente reconfortante, mi mano estaba sudorosa victima de mi verguenza, pero asumí su postura bonachona y los tres nos sentamos en el sofá, y vos en el medio como para quebrar lentamente el hielo.
Estabas radiante, hasta parecías una colegiala, efusiva, llena de energia y simpatía.. por un buen rato fuistes el alma de la reunión, tratando de despertarnos de nuestra turbación... las carcajadas no se hicieron esperar y el reloj comenzó a avanzar con su cruel recuerdo de que el tiempo se nos acaba y la noche se acorta y nosotros ahi en el sillón, aún sin saber como continúa esto.
Parecería terminar en una reunión tranquila de tres,charla, buen vino y mucha camaradería, pero inesperadamente, casi desencajando con el clima nos reclamas que aqui nos reunimos a disfrutar tambien de otra manera y propones un sencillo juego de cartas, pero con prenda...
Misteriosamente, los hombres estamos destinados a no ser afortunados en el juego y en un rato, entre risas y juerga ambos terminamos solo con el slip encima mientras vos reis, festejando tu suerte de tener a dos hombres, uno a cada lado casi completamente desnudos. E increiblemente solo has perdido los zapatos...
Le toca perder a D. y quedar completamente desnudo, pero esta vez me decido a no quedarme atras y propongo que ambos nos quitemos lo que nos queda, risas de C. que disfruta tan solo con imaginarnos asi...
Pasamos de la imaginación al hecho y tus ojos nos recorren del uno al otro, con mirada golosa observas nuestros penes al alcance de tus manos.
Te preguntas por donde empezar... ambos decidimos dejarte hacer como mas desees y es asi que cada una de tus manos acarician un fallo en una imagen increiblemente erótica, dos penes creciendo bajo las caricias de tus dedos, el calor de la carne y la dureza que van adquiriendo te exitan, hace que te de vueltas la cabeza hasta que quedas completamente ida, perdida en un laberinto de sueños eróticos que deseas llevar a cabo.
Te quitas la ropa, aún con mas celeridad que en nuestros encuentro y te encuentras como nosotros totalmente desnuda, exitada, con los labios húmedos y deseosa de cabalgarnos, de tenernos a ambos para ti solita.
Sentada sobre D., sientes su pene apoyado bajo tu vulva, te hamacas sobre el deseando que te penetre, cosa que D. no demora en hacer, sumerguiendose en tu concha húmeda, llena de deseo. Miro la imagen estasiado, tu tan pequeñita montando a ese hombre casi del doble de tu tamaño, bamboleandote sobre su cadera, hundiendo hasta el fondo esa verga enorme, tu cabeza hacia atras, tus manos en sus hombros y tu mente completamente perdida...
Ambos nos damos cuenta de ello y decidimos en complot secreto, hacerte gozar de las maneras mas inimaginables y perversas, D. te levanta y te lleva hacia la cama, yo los sigo...
Aun sin dejar de penetrarte él se sienta sobre la cam contigo encima y ambos se dedican a un trote cada vez mas entusiasta, menudo espectaculo para mis ojos ver tu cola temblar al ritmo de las estocadas... deseo participar del juego pero no me animo a romper el ritmo.. espero. Tal vez solo fueron segundos hasta que creí oir tu voz desencajada llamandome, pidiendome que te la metiese por el culo, aún suenan en mi cabeza esas palabras: metemela ahora J. metemela toda en el culo y yo que no me hago esperar... vuestro ritmo se detiene practicamente por completo mientras apoyo el glande en la entrada, entra casi sin dificultad, estas tan mojada que mas lubricación es innecesaria y poco a poco desaparece mi pene dentro.
Que imagen para el recuerdo, si alguien hubiese retratado ese momento... vos chiquita metida entre nosotros, rozandonos piel con piel, sintiendo nuestros pechos en tus tetas y en tu espalda y nuestras vergas dentro, llenandote toda de placer. Pero no encontramos la forma de retomar el ritmo sin arriesgarnos a perder esa unión, hasta que propones que nos quedemos quietos y sos vos la que empiezas con el lento vaivén de tus caderas, apoyando las manos en el pecho de D.
Placer para tus sentidos al retroceder y sentir como ambas vergas se hunden en tu cuerpo, gemidos de placer estallan en tu garganta y tus orgamos que se suceden uno tras otro empapandonos, esas cuatro manos que te acarician solo hacen que pierdas mas el control y los susurros de D. diciendote cosas eroticas son el condimento ideal de la fiesta. Perdemos el control, casi te hacemos daño demandandote mas, mas rapido a medida que sentimos que ya es imposible impedir la eyaculación, primero estallo yo dentro de tu ano, tal vez la culminación de este sueño ha hecho que no pudiese controlarme mas y te inunde de semen que sale y moja tu concha y la verga de D., el tampoco resiste mas y su verga lanza chorros en tu interior que se mezclan con tus jugos como tus gemidos se mezclan con los de el en este tu último orgasmo antes de caer los tres sobre la cama, riendo a carcajadas y ya imaginando como seguir el juego, juego que sin duda será aún mas esquisito cuando sea tu lengua la que nos recorra ahi tirados en la cama....