miércoles, 6 de junio de 2007

Y...

Y en un acto de brutalidad extrema fuimos arrancados del vientre materno...
Y para siempre perdimos nuestro calido cobijo, nuestro lugar en el mundo...
Y por primera vez nos sentimos desnudos, llorando de impotencia, heridos por el frio, cegados por la luz, borrachos ante tantos estimulos desconocidos.
Y asi nos pasamos el resto de nuestra corta existencia, anhelando aquello que una vez nos arrancaron.
Y fuimos temerosos de los cambios, desconfiados de nuestras acciones, hirientes por haber sido heridos.
Y este mundo se siente ajeno, un tanto extraño, diferente a nuestros sueños.
Y eso que deberiamos sentirnos inundados de felicidad, optimistas ante la unica oportunidad de vivir que nos ha tocado, oportunidad que no deberiamos desaprovechar embarcandonos en empresas inutiles.
Y tampoco deberiamos olvidar que la vida es corta...